
La soledad silenciosa: cuando los domingos ya no son los domingos
5 de agosto de 2025Para muchas familias que viven en la ciudad de Barcelona, cuidar a una persona mayor puede convertirse en un reto inmenso. Con el progresivo envejecimiento de la población y una oferta de plazas residenciales claramente insuficientes, cada vez más familias se ven en la tesitura de encontrar alternativas viables y sostenibles para garantizar la atención digna de sus seres queridos.
La asistencia domiciliaría a las grandes ciudades, como por ejemplo en la ciudad de Barcelona, es un recurso clave que ayuda a muchas familias a hacer frente al cuidado de sus familiares mayores. Esta atención personalizada permite que las personas mayores puedan vivir en su casa con el apoyo profesional necesario, favoreciendo su autonomía y aliviando la carga de las familias cuidadoras. Por este motivo, la asistencia domiciliaria en la ciudad de Barcelona emerge como una solución cada vez más necesaria.
Uno de los principales retos que afrontan las familias de la ciudad Condal para cuidar de familiares que requieren atención continuada es la complicación a la hora de poder acceder a una residencia o, el tiempo de desplazamiento que tienen del domicilio particular al domicilio del familiar a cuidar.
- Acceso complicado a residencias: En la capital catalana, sobre todo en barrios densamente poblados, las listas de espera para acceder a una residencia pública o concertada pueden superar los dos años. Ante este impedimento, muchas familias optan por acceder a una residencia privada pero, cuando ven el precio que deben asumir, se dan cuenta de que no pueden hacerle frente.
- Costes no asumibles para muchas familias: El coste medio de una residencia privada en Barcelona ronda los 3.000 € mensuales. Por el contrario, las pensiones medias están muy por debajo de esa cifra, lo que genera una clara descompensación económica difícil de sostener sin ayudas familiares o públicas.
- Movilidad y distancia dentro de la ciudad: A pesar de la buena red de transporte público con la que cuenta la ciudad de Barcelona, las distancias pueden convertirse en un problema real para muchas familias que viven lejos del domicilio de las personas mayores, especialmente si ésta necesita atención diaria.
Ante este panorama, la asistencia domiciliaria profesional es una vía que permite a las personas mayores seguir viviendo en su casa con seguridad, dignidad y comodidad, al tiempo que alivia la carga emocional y física de las familias.
En la ciudad de Barcelona, los usuarios pueden acceder al Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) a través de los servicios sociales municipales. Esta ayuda ofrece apoyo profesional subvencionado, aunque muchas veces la disponibilidad es limitada.
También existen prestaciones económicas vinculadas (PEV) que ayudan a pagar el coste del servicio privado de atención domiciliaria.
En definitiva, la asistencia domiciliaria no es sólo una alternativa a la residencia, sino una herramienta esencial para repensar el modelo de cuidados en las grandes ciudades. En una Barcelona cada vez más envejecida, con una red residencial tensionada y una población cuidadora a menudo desbordada, apostar por servicios a domicilio bien dotados, accesibles y flexibles es muy urgente.